23 de agosto de 2011

El cincel de Dios

El cincel de Dios

Hombre. Efesios 2.10 dice que nosotros somos hechura de Dios, en esencia su obra maestra. Ahora no se tú pero cuando me levanto en las mañanas y me miro al espejo yo no miro una obra maestra. Quizás un Picasso, pero yo quiero ser una obra maestra, yo quiero ser todo lo que Dios ha creado y que dice que debo ser. Y entonces yo vengo a él y le digo: Señor haz lo que haya que hacer para sacar de mi vida todas aquellas cosas que no deberían estar allí. Moldeame a la imagen de tu hijo Jesús para que yo pueda ser tu obra maestra.

(Aparece en la parte de atrás Dios)

Dios. Hola
Hombre. Wow ¿Quién eres?
Dios. Yo soy Dios
Hombre. No tu no eres
Dios. Si soy yo, dijiste en la oración asi que aquí estoy. Es asi como funciona.
Hombre. De acuerdo, si eres Dios haz que neve aquí
Dios. Si yo hiciera nevar aquí sería un desperdicio y yo realmente no quiero hacer eso
Hombre. ¿Ves? No eres Dios
Dios. ¿Por qué dices eso?
Hombre. Porque Dios no diría que es un desperdicio.
Dios. Si lo es y yo lo digo. Hay quienes la necesitan
Hombre. Oh bien! Si eres Dios, entonces ¿Qué dice Lamentaciones 15.9?
Dios. Lamentaciones es en realidad un libro muy corto; solo tiene 5 capitulos
Hombre. ¿Por qué es tan corto?
Dios. Ya estaba cansado de tantos lamentos.
Hombre. Entonces si eres Dios ¿Quién ganará la serie mundial de este año?
Dios. ¿Sabes qué? Yo no soy dado a jugar estos juegos. ¿Por qué te gusta jugar estos juegos?
Hombre. ¡Eres Dios!
Dios. ¿Qué deseas?
Hombre. Contestate a mi pregunta con una pregunta
Dios. ¿Hice eso? No yo no. ¿Ves? Lo hice de nuevo.
(Dios saca su cincel)
Dios. De acuerdo, ponte derecho.
Hombre. Oye, ¿qué es todo esto?
Dios. Estas son las herramientas que yo voy a usar para volverte en mi obra maestra original.
Hombre. De acuerdo, espera. Espera. Pensé que eras carpintero
Dios. Ese es mi Hijo. Parate aquí y aquí vamos.
Hombre. Espera, espera, espera. ¿Cómo sabes qué quitar y qué dejar?
Dios. Yo saco todas las cosas de tu vida que no vienen de mí, y que están ahí como peso muerto.
Hombre. Oh, hablando de eso ¿podrías pegar justo aquí? (señala su cintura) no he podido librarme de esto. Ya he probado el ejercicio he cuidado lo que como, incluso probé durante algún tiempo el pilates. Todo ha sido inútil. Si pudieras cincelar justo aquí…
Dios. Bien ¿Vas a hablar o puedo cincelar? ¿Qué va a ser esto, una plática, cincelada, platica, cincelada?
Hombre. No. No. No. Cincela
Dios. A la mayoría de mis niños les gusta hablar
Hombre. No a mí, ¡Trae ese cincel!
Dios. Aquí vamos. Tienes mucho enojo
Hombre. Ay!
Dios. Un poco de orgullo
Hombre. Ay!
Dios. Te comparas con otros en lugar de compararte conmigo
Hombre. Ay!
Dios. Tu eres muy flojo. Pero pretendes estar muy, muy ocupado
Hombre. Ay!
Dios. Tienes un problema con la lujuria
Hombre. Espera, alto!. Yo no tengo problemas con la lujuria.
Dios. ¿no tienes problemas con la lujuria?
Hombre. No, yo puedo hacerlo cuando quiera
Dios. De acuerdo
Hombre. Espero, aguanta. Quizás podemos hacer un alto. Quiero decir creo que lo estoy haciendo bastante bien hasta ahora.
Dios. ¿Qué estás haciendo bien hasta ahora? Cuando te miras al espejo ¿Qué ves?
Hombre. Me veo a mí
Dios. De acuerdo entonces yo necesito seguir cincelando porque finalmente tú y otros lo que necesitan es ver a mi hijo.
Hombre. Aquí vamos. De acuerdo espera. No tomes mal esto, es solo que cuando yo empiezo a parecerme más a tu Hijo, las personas a mi alrededor se sienten incomodas. Incluso mis amigos en la iglesia empiezan a decir “te crees santificado ¿por qué eres así?”
Dios. Asi que lo que estas diciendo ahora es que prefieres que Dios obre en tu vida pero solo en ciertas áreas en vez de que Dios esté por encima de tu vida entera.
Hombre. No quise decir eso
Dios. Es lo que quisiste decir
Hombre. Si así es. Es difícil hablar contigo, sabes todo lo que estoy pensando. Yo simplemente estoy diciendo que estás haciendo un buen trabajo, quizás debemos tomar un pequeño descanso. Un breve alto.
Dios. Lo que estás haciendo ahora mismo es muy común. Se llama “establecer el control”. ¿quieres controlar las cosas de tu vida o puedo cincelar? ¿control, cincel, control, cincell?
Hombre. No, no. Cincela
Dios. Aquí vamos
Hombre. ¿Podemos cincelar dónde yo quiera cincelar?
Dios. Insistes en tener el control
Hombre. De acuerdo.
Dios. Has estado envuelto durante mucho tiempo ¿Estás listo?
Hombre. Sí
(Dios cincela, hombre pone cara de sufrimiento)
Hombre. Ese dolio
Dios. Eso me dolio mas a mi que a ti
Hombre si. No creo que entiendas este dolor
Dios. No me hables sobre el dolor. Yo sé todo acerca del dolor. Envié a mi Hijo a que muriera en la cruz por el pecado y por el dolor. Pero lo hice también por otra razón, para darte libertad. ¿Sabes qué es una locura? Locura es estar haciendo las mismas cosas una y otra vez esperando resultados diferentes. Y hay cosas que has estado haciendo en tu vida que no funcionan, pero vas a esos pozos vacios cada vez que estas herido. cada vez que estas enojado, cada vez que te sientes solo y cansado pero no funcionan.
Hombre. De acuerdo estoy pensando que tal vez…
Dios. Tus pensamientos no son mis pensamientos.
Hombre. De acuerdo si tomaramos otro camino…
Dios. Tus caminos no son mis caminos.
Hombre. De acuerdo, mira yo no puedo ser bueno
Dios. ¿no puedes ser bueno? Yo te he hecho bueno. Sé bueno
(el hombre se queda serio)
Dios. ¿Qué?
Hombre. Nada
Dios, ¿qué?
Hombre. No entenderías
Dios. Yo, Dios de todo el universo, no entendería lo que algo que uno de mis niños tiene que decir. Pruébame.
Hombre. Dios, es solo que te he decepcionado tanto…
Dios. Nunca has estado sosteniéndome. Yo te sostengo a ti con mi mano derecha, justa y victoriosa. Nunca olvides eso. En esta relacion yo soy quien sostiene
Hombre. De acuerdo, cincela.
Dios. De acuerdo
Hombre. Solo que prepárate para lo que vayas a encontrar allí dentro. Yo sé quien está allí dentro y es que Señor, yo me levanto todas las mañanas y me asomo al espejo y este pequeño niño asustando que se levanta todos los días, que intenta vestir como adulto y actuar como adulto, no puede. Asi que solo prepárate para lo que vas a encontrar allí dentro.
Dios. Tu has escuchado demasiadas voces por demasiado tiempo pero no me has escuchado a mí. Piensas que tú eres chatarra ¿No es así? Tú de verdad piensas que eres chatarra. Escúchame yo no hago chatarra. ¿Qué dice eso de mí? ¿Cómo puedo mostrarte que mi amor por tu no tiene limites? Ah ya se. Busca en tu bolsillo trasero.
Hombre ¿Qué?
Dios. Busca en tu bolsillo trasero
Hombre. ¿por qué?
Dios. ¿Estás discutiendo conmigo? Busca en tu bolsillo trasero
Hombre. Dios mío
Dios. Si
Hombre. Yo simplemente estaba diciendo, ¡Dios mío! lo voy a hacer
Dios. Estabas diciendo simplemente mi nombre en vano.
Hombre. ¿sabes? Es simplemente un nombre, una expresión
Dios. Este es mas que un nombre o una mala expresión. Es un mal habito. Es el nombre sobre todos los nombres. Busca en tu bolsillo trasero.
(El hombre saca una hoja de papel y se queda sorprendido)
Dios. ¿sabes que es esto?
Hombre. Esta es una hoja de un diario que tenia cuando era niño. ¿Cómo conseguiste esto?
Dios. Hola, hola.
Hombre. Oh si
Dios. Prosige, leelo
Hombre. Yo amo a Angie Hollang.
Dios. Del otro lado.
Hombre. Perdón. Yo me casé con ella
Dios. Yo estuve ahí.
Hombre. Oh sí. “querido Dios, hoy yo pongo todo en tus manos, yo no voy a aferrarme a algo nunca mas. Tu palabra dice que harás tu obra maestra y me usarás para hacer grandes cosas. yo no veo como es eso posible, pero yo quiero eso, con todo lo que yo soy. Asi que por favor, haz lo que sea necesario para hacerme en lo que tú quieras. Yo te amo Señor.
Dios. Yo también te amo. Te amo demasiado como para dejarte en donde estás ahora. Asi que la salvación que tienes ahora no permitas que solo sea un poco de sentimentalismo o de conocimiento intelectual. Yo quiero que trabajes en cada detalle de tu vida y no te compares con alguien mas porque eso es simplemente trivial y sin sentido. Eres mi obra maestra original y en ti encuentro gracia. Esto no lo mires como una prisión sino míralo como un padre que disciplina a su niño. Un padre que disciplina a los que ama.
Hombre. Yo sé que será difícil
Dios. Si, será duro. Pero caíste en la mentira pensando que todo sería fácil cuando me dijiste que sí y no es así como funciona. Yo quiero que mires allí y quiero que digas soy una obra maestra original de Dios.
(El hombre cruza los brazos y dice con fastidio)
Hombre. Yo…
Dios. No, no, no. No de la manera como tú te ves o como te ven los demás sino como yo te veo.
(El hombre se para recto y con firme y seguridad dice)
Hombre. Yo soy una obra maestra original de Dios
Dios. Lo eres.
Hombre. Y tú lo eres, Dios no hace chatarra. Eres una obra maestra original

13 de agosto de 2011

Ojos Azules



Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

Eclesiastes 3.11


Emy era una linda niña de 3 añitos de edad...

Ella vivía en algún lugar de los EUA, de frente al mar.

Su familia era cristiana. Ellos iban todos los domingos a la iglesia y realizaban el culto doméstico... Emy era muy feliz

Ella amaba a su familia y admiraba los ojos azules de su padre, su madre y sus hermanos... Todos en la casa de Emy tenían ojos azules... Todos... MENOS.... Emy !!!

El sueño de Emy era tener ojos azules como el mar...

¡Ah! ¡Cómo Emy deseaba eso !!!!

Un día, en la escuela dominical, oyó a la maestra decir:

"DIOS RESPONDE A TODAS LAS ORACIONES!“

Emy pasó todo el día pensando en eso...

En la noche, a la hora de dormir, se arrodilló al lado de su cama y oró:

"Papá del Cielo, muchas gracias porque creaste el mar que es tan hermoso!

"Muchas gracias por mi familia. Muchas gracias por mi vida! Me gusta mucho todas las cosas que hiciste y haces!

Pero... Me gustaría pedir...por favor... cuando me despierte mañana, quiero tener ojos azules como los de mamá ! En el nombre de Jesús, amén."

Ella tuvo fe. La fe pura y verdadera de un niño.

Y al despertar, al día siguiente, corrió al espejo. Miró...y ¿Cuál era el color de sus ojos?

CONTINUABAN CASTAÑOS ¿Por qué Dios no oyó a Emy ? ¿Por qué no atendió a su pedido?

¿Eso habría fortalecido su fe ?

Bueno...aquel día, Emy aprendió que un NO también era respuesta.

La niñita agradeció a Dios del mismo modo... pero...no entendía...sólo confiaba.

Años después, Emy fue como misionera a la Índia.

Ella "compraba niños para Dios" (los niños eran vendidos por sus familias - que pasaban hambre - para ser sacrificados en el templo, y Emy los "compraba" para liberarlos de ese sacrifício).

Pero, para poder entrar en los "templos" de Índia, sin ser reconocida como extranjera, necesitó disfrazarse de hindú:

Pasó polvo de café en la piel, cubrió los cabellos, se vistió como las mujeres del lugar y entraba libremente en los locales de venta de niños. Emy podía caminar tranquila en todo "mercado infantil", pues aparentaba ser una hindú.

Un día, una amiga misionera la miró disfrazada y dijo:

“¡Wow, Emy! ¿Ya pensaste cómo harías para disfrazarte si tuvieses ojos claros como los de todos de tu familia?

¡Que Dios inteligente servimos!

Él te dió ojos muy oscuros, pues sabía que eso sería esencial para la misión que te confiaría después”

Esa amiga no sabía cuanto Emy había llorado en la infancia por no tener ojos azules...

Pero Emy pudo, finalmente, entender el por qué de aquel NO de Dios hacía tantos años !

Bueno... ¿Qué quería decir con esa larga y bonita historia?

El conoce cada lágrima que ya rodó de tus ojos... El sabe que, tal vez, quisieses ''ojos de otro color''... El oye, sí, TODAS las oraciones...

Pero El las responde de manera sabia! No necesitas llorar si tus ojos continuan castaños... o si aún no fuiste atendida(o) como te gustaría.

¡DIOS TIENE EL CONTROL DE TODO!

¡Ten siempre esta seguridad en tu corazón!

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10 de agosto de 2011

El Canasto de Carbón


Se cuenta la historia de un anciano que vivía con su nieto en una hermosa granja en las montañas de Kentucky. Cada mañana, el abuelo se levantaba muy temprano y sentándose en la mesa de la cocina, comenzaba a leer su vieja y estropeada Biblia.

Su nieto quería ser igual que su abuelo y por un tiempo trató de imitarlo, sentándose con él a leer la Biblia. Pero un día, el joven preguntó:

- “Abuelo, yo intento leer la Biblia, me gusta, pero yo no la entiendo, y cuando logro entender algo, se me olvida en cuanto cierro el libro. ¿Qué hay de bueno en leer la Biblia?”
El abuelo, calladamente, dejó de echar carbón en la estufa y entregándole el viejo canasto de carbón a su nieto, le dijo:

- “Baja con el canasto de carbón al río y tráeme el canasto lleno de agua.”

El muchacho hizo tal y como su abuelo le dijo, pero toda el agua se salió antes de que él pudiera volver a la casa. El abuelo se rió y le dijo:

- “Tendrás que moverte un poco más rápido la próxima vez”, y lo envió nuevamente al río con el canasto de carbón.

Esta vez, el muchacho corrió más rápidamente, pero de nuevo el canasto estaba vacío antes de que llegara de vuelta a la casa. Ya sin respiración, le dijo a su abuelo que era “imposible llevar agua en un canasto”, y fue a conseguir un balde a cambio.

Pero el anciano le respondió:

- “Yo no quiero un balde lleno de agua… ¡yo quiero un canasto lleno de agua!… Tú puedes hacer esto, simplemente no estás intentando lo suficiente, así que ve de nuevo al río e inténtalo una vez más.”

A estas alturas el muchacho sabía que era imposible, pero quería mostrarle a su abuelo que aún cuando corriese tan rápido como podía, el agua se saldría del canasto antes que llegase a la casa.

Así que el muchacho sacó el agua del río y corrió tan rápido como pudo, pero cuando llegó donde su abuelo el canasto estaba de nuevo vacío. Ya sin poder respirar, dijo:

- “¡Mira abuelo, esto es inútil!”

- “¿Por qué piensas que es inútil?”, le dijo el anciano, “mira dentro del canasto.”

El muchacho miró y por primera vez comprendió que el canasto parecía diferente… en lugar de un sucio canasto carbonero, había un canasto limpio y resplandeciente.

- “Hijo”, dijo el abuelo, “esto es lo que pasa cuando tú lees la Biblia… tal vez no puedes entender o recordar todo lo que has leído, pero cuando la lees, te irá cambiando el interior. Esa es la obra de Dios en nuestras vidas. Él quiere cambiarnos desde adentro hacia fuera… y lentamente transformarnos en la imagen de su amado Hijo.”

San Pablo dijo,

«Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de doble filo: ella penetra hasta la raíz del alma y del espíritu, de las articulaciones y de la médula, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna cosa creada escapa a su vista, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos rendir cuentas» (Hebreos 4, 12-13).