18 de octubre de 2011

La lección de la vaca


Un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos por qué muchas personas viven atadas a una vida de mediocridad y no logran superar los obstáculos que les impiden triunfar. No obstante, para el maestro, la lección más importante que el joven discípulo podía aprender era observar lo que sucede cuando finalmente nos liberamos de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdadero potencial.

Para impartir una lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitar con él los lugares más pobres y desolados de aquella provincia. Después de caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde de todas las viviendas.

Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante de aquel caserío debía ser –sin duda- alguna de las más pobre de todas. Sus paredes milagrosamente se mantenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquier momento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que se acumulaban a su alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda. Sin embargo, lo más sorprendente de todo era que en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivir ocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban para acomodarse en aquel lugar.

Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado de profunda miseria reinante.

Curiosamente, en medio de ese estado de escasez y pobreza total, esta familia contaba con una posesión poco común en tales circunstancias; una vaca. Una flacuchenta vaca que con la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco elemento de un valor nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión material de algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseria total.


Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novato discípulo. Al día siguiente muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha, el anciano maestro le dijo a su discípulo: "Es hora de que aprendas la lección que has venido a aprender".

Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevaba en su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda, ante los incrédulos ojos del joven.

Maestro, dijo el joven: "¿Qué has hecho? ¿Qué lección es esta, que amerita dejar a esta familia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba lo único que poseía esta familia?

Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar la marcha, y maestro y discípulo partieron sin saber que suerte aquella familia ante la pérdida de su única posesión.

Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era conformado por la nefasta idea, de que, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.

Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellos senderos a ver qué suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posada nuevamente, pero en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de la vaca había sido un golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramente habían tenido que abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayores posesiones, se había adueñado de aquel lugar, y había construido una mejor vivienda.

¿Adónde habrían ido a parar aquel hombre y sus hijos? ¿Qué habría sucedido con ellos? Todo esto pasaba por la mente del joven discípulo mientras que, vacilante, se, debatía entre tocar a la puerta y averiguar por la suerte de los antiguos moradores o continuar el viaje y evitar confirmar sus peores sospechas.

Cual sería su sorpresa cuando del interior de aquella casa salió el hombre que un año atrás le diera morada en su vivienda. ¿Cómo es posible? preguntó el joven. Hace un año en nuestro breve paso por aquí, fuimos testigos en la profunda pobreza en que ustedes se encontraban. ¿Qué ocurrió durante este año para que todo esto cambiara?

Ignorante del hecho de que el discípulo y su maestro habían sido los causantes de la muerte de su vaca el hombre relató como, coincidencialmente, el mismo día de su partida, algún maleante, envidioso de su vaca, había degollado salvajemente su animal.

El hombre continuó relatándole a los dos viajeros como su primera reacción ante la muerte de la vaca había sido la desesperación y angustia. Por mucho tiempo, la vaca había sido su única fuente de sustento. El poseer esta vaca le había ganado el respeto de sus menos afortunados vecinos, quienes envidiaban no contar con tal preciado bien.

Sin embargo, continuó el hombre, poco después de aquel trágico día, decidimos que a menos que hiciéramos algo, muy probablemente, nuestra propia supervivencia estaría en peligro. Así que decidimos limpiar algo el terreno de la parte de atrás de la casucha, conseguimos algunas semillas y decidimos sembrar vegetales y legumbres con los que pudiésemos alimentarnos.

Después de algún tiempo comenzamos a vender algunos de los vegetales que sobraban y con este dinero compramos más semilla y comenzamos a vender nuestros vegetales en el puesto del mercado. Así pudimos tener dinero suficiente para comprar mejores vestimentas y arreglar nuestra casa. De esta manera, poco a poco, este año nos ha traído una nueva vida.

El maestro, quien había permanecido en silencio, prestando atención al fascinante relato del hombre, llamó al joven a un lado y en voz baja le preguntó:

¿Tú crees que si esta familia aún tuviese la vaca, estaría donde ahora se encuentra?

Seguramente no, respondió el joven.

¿Si ves? Su vaca, fuera de ser su única posesión, era también la cadena que los mantenía atados a una vida de mediocridad y miseria.

Al no contar más con la falsa seguridad que les proveía el sentirse poseedores de algo, así no fuese más que una flacuchenta vaca, debieron tomar la decisión de buscar algo más.

En otras palabras, la misma vaca que para sus vecinos era una bendición, les había dado la sensación de poseer algo de valor y no estar en la miseria total, cuando en realidad estaban viviendo en medio de la miseria.

Así es cuando tienes poco. Lo poco que tienes se convierte en un castigo, ya que no te permite buscar más. No eres feliz con ello, pero no eres totalmente miserable. Estas frustrado con la vida que llevas, más no lo suficiente como para querer cambiarla. ¿Ves lo trágico de esta situación?

Cuando tienes un trabajo que odias, que no suple tus necesidades económicas mínimas y no te trae absolutamente ninguna satisfacción, es fácil tomar la decisión de dejarlo y buscar uno mejor. NO obstante, cuando tienes un trabajo del cual no gustas, que suple tus necesidades básicas pero no te ofrece la oportunidad de progresar; que te ofrece cierta comodidad pero no la calidad de vida que verdaderamente deseas para ti y tu familia, es fácil conformarte con lo poco que tienes.

Muchos de nosotros también tenemos vacas en nuestra vida, ideas, excusas y justificaciones que nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar una vez hayamos matado nuestras vacas.

15 de octubre de 2011

Siete principios del Äguila

7 Principios de un águila
por Myles Monrroe

PRINCIPIO 1

Águilas vuelan solas a gran altura y no con los gorriones y otros pájaros pequeños. Ningún otro puede llegar a la altura del águila. Manténgase alejado de los gorriones y cuervos.
Águilas vuelan con las Águilas

PRINCIPIO 2
Las águilas tienen una fuerte visión. Tienen la capacidad de concentrarse en algo hasta cinco kilómetros de distancia. Cuando uno los sitios de águila a su presa, que se estrecha su foco en él y se dispuso a conseguirlo. No importa los obstáculos, el águila no se mueve: su enfoque de la presa hasta que él lo agarra.
Tener una visión y permanecer centrado sin importar lo que el obstáculo y usted tendrá éxito.

PRINCIPIO 3
Águilas no come cosas muertas. Ellos se alimentan sólo de nuevas presas. Los buitres comen animales muertos, pero las águilas no.
Tenga cuidado con lo que alimentar a los ojos y los oídos con, sobre todo en películas y en televisión. Manténgase alejado de información obsoleta y antigua. Siempre haga su investigación así.

PRINCIPIO 4
Aguilas de amor de la tormenta. Cuando las nubes se reúnen, las águilas se emociona. El águila usa el viento de la tormenta para levantarla más alto. Una vez que encuentra el viento de la tormenta, las águilas se utiliza la furiosa tormenta de levantarlo por encima de la
nubes. Esto le da al águila de la oportunidad de deslizarse y el resto de sus alas. Mientras tanto, todas las aves se esconden en las hojas y las ramas de los árboles.
Podemos utilizar las tormentas de la vida para elevarse a mayores alturas. Logros retos gusto y utilizarlos de forma rentable.

PRINCIPIO 5
Las pruebas Águila antes de que los fideicomisos. Cuando un águila hembra se encuentra con un hombre y quiere para aparearse, ella vuela a la tierra con el hombre persigue y ella coge una ramita. Ella vuela de nuevo en el aire con el macho persigue a ella.
Una vez que ha alcanzado una altura lo suficientemente alta como para ella, deja caer la ramita en el suelo y observa que a medida que cae. Las persecuciones de hombres después de la ramita. Cuanto más rápido se cae, más rápido que lo persigue. Él tiene que atraparlo antes de que
cae al suelo. Luego lo lleva de nuevo al águila hembra.
La mujer coge la ramita y el águila vuela a una altitud más alta y luego deja caer la rama para que el macho persigue. Esto va por horas, con el aumento de altura hasta que el águila hembra se asegura que el águila macho tiene dominado el arte de la captura de la rama que muestra el compromiso. Entonces y sólo entonces, le permiten a aparearse con ella.
Ya sea en la vida privada o en los negocios, uno debe someterse a prueba el compromiso de los destinados a la asociación.

PRINCIPIO 6
Cuando esté listo para poner los huevos, el águila hembra y macho identificar un lugar muy alto de un acantilado donde no puede llegar a los depredadores. El macho vuela a la tierra y recoge espinas y las coloca en la grieta de la roca, y luego vuela a la tierra de nuevo para recoger las ramas que se establecen en el nido previsto. Él vuela de regreso a la tierra y por el que se recoge espinas ellos en la parte superior de las ramas. Él vuela de regreso a la tierra y recoge la hierba suave para cubrir las espinas. Cuando estas capas de sedimentos se completa la primera el águila macho vuelve corriendo a la tierra y recoge más espinas, los pone en el nido; corre atrás para tomar la hierba en la parte superior de las espinas, a continuación, arranca las plumas para completar el nido. Las espinas en la parte exterior del nido protegerlo de posibles intrusos. Ambas águilas hombres y mujeres participar en las campañas de la familia águila. Ella pone los huevos y los protege, que construye el nido y caza. Durante el tiempo de formación a los jóvenes a volar, el águila madre arroja los aguiluchos del nido. Porque tienen miedo, saltar en el nido de nuevo.
A continuación, se los echa y luego se quita las capas blandas del nido, dejando las espinas al descubierto cuando los aguiluchos miedo nuevo salto en el nido, se pinchan las espinas. Gritos y sangrado que saltar de nuevo esta vez preguntándose por qué la madre y un padre que los amo tanto se les torturaba. A continuación, el águila madre les empuja al precipicio en el aire. Al grito de miedo, el águila vuela por el padre y las capturas para arriba en la espalda antes de que caigan y las lleva de nuevo al precipicio. Esto continúa por un tiempo hasta que comienzan a batir sus alas. Se entusiasman en este nuevo conocimiento que pueden volar.
La preparación del nido nos enseña a prepararse para los cambios; La preparación de la familia nos enseña que la participación activa de ambos socios lleva al éxito, El ser pinchado por las espinas nos dice que a veces demasiado a gusto donde estamos puede resultar en nuestro no experimentar la vida, no progresa y no aprenden nada. Las espinas de la vida vienen para enseñarnos que tenemos que crecer, salir del nido y vivir. Es posible que no lo sabemos pero el cómodo refugio seguro y al parecer puede tener espinas.
La gente que ama a nosotros no nos dejan languidecer en la pereza, pero nos empujan duro para crecer y prosperar. Incluso en sus acciones aparentemente malo que tienen buenas intenciones para nosotros.

Principio 7
Cuando un águila envejece, sus plumas se vuelven débiles y no pueden llevarlo tan rápido como debería. Cuando se siente débil ya punto de morir, él se retira a un lugar muy lejos, en las rocas. Una vez allí, el arranca todas las plumas en su cuerpo hasta que esté completamente desnuda. Permanece en este lugar escondido hasta que ha crecido las plumas nuevas, entonces él puede salir.
De vez en cuando tienen que deshacerse de viejos hábitos y elementos que nos carga sin necesidad de añadir a nuestras vidas.