8 de mayo de 2011

Princesita prisionera


Cuenta la leyenda que en un castillo vivía una princesita atrapada entre las murallas de amaranto y miel. Tres bestias gustodiaban su habitación.

Uno era un dragón en color rojo que tenía muy mal genio y tiznaba cada rincón del castillo.

El otro era una hiena que disfrutaba reír ante la mirada despavorida de la princesa cuando era atacada.

Y el último, era un oso de enorme tamaño que la princesita abrazaba cuando el oso dormía pero cuando andaba despierto, tendía a tirarle sarpazos que la dejaban mal herida.

Desde su ventana veía que la gente pasaba y todos de prisa por atender sus actividades. De vez en cuando ella saludaba y conversaba pero no deseaba salir de su habitación apesar de la fragilidad de sus murallas. Además tenía que vencer a tres bestias ella misma, por darse cuenta que ninguno de los caballeros la salvaría.

Deseaba vivir pero al mismo tiempo tenía tanto miedo de ser lastimada como antaño.

La princesita tuvo muchos sapos en el camino, sapos que le dejaron heridas que no fueron suavisadas con aceite. Desde del ultimo sapo propuso en su corazón no volver a hacerlo, ya no soportaría otra infeción.

Amar sin ser amada, ilusionarse ante la idea de tener una persona que pudiera descubrir quien es realmente era uno de sus deseos.

Princesita si aun estas ahi, necesitas saber que estas agonizando, tal vez no te des cuenta pero la parte mas maravillosa de ti está a punto de morir y no será por el amaranto y la miel o las tres bestias sino por quedarte allí...

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